Aprendiendo sobre el dolor

Existen muchos tipos de dolor, y cada uno se puede clasificar según diferentes criterios, como su origen, duración o los mecanismos que lo provocan.

El Dolor nociceptivo, Funciona cómo un sistema de alerta confiable, puede ser de dos tipos:

  • Dolor Somatico: Originado en la piel y el aparato locomotor
  • Dolor Visceral: Aunque el origen es una víscera hueca, esta mal localizado y referido a veces a zonas alejadas de la lesión.

El dolor neuropático es una consecuencia directa del daño o disfunción en el sistema nervioso, una de las partes más complejas y esenciales del cuerpo humano. Los afectados por esta condición a menudo reportan sensaciones dolorosas que se caracterizan como un ardor persistente, o punzadas agudas que pueden aparecer de forma repentina o ser constantes.

Es un indicador de que las vías nerviosas están presentando irregularidades y posiblemente alteren la manera en que los estímulos dolorosos son interpretados por el cerebro.

Podemos distinguir entre:

  • PERIFÉRICO: radiculopatías cervical o lumbar, alteraciones de los nervios espinales y patologías del plexo lumbosasacro y plexo braquial
  • CENTRAL: dolor originado a nivel del SNC: medular o superior

Las causas del dolor neuropático pueden ser variadas, incluyendo enfermedades como la diabetes, infecciones virales que afectan los nervios como en el caso de la varicela zóster, lesiones traumáticas que afectan el sistema nervioso; y una multitud de otros trastornos neurológicos.

La misión de los profesionales de la salud es no solo tratar de mitigar el dolor neuropático, sino también mejorar la funcionalidad y el bienestar emocional de los pacientes, lo que subraya la importancia de un abordaje compasivo y holístico.

El dolor, en función de su duración, puede clasificarse en dos categorías principales: agudo y crónico.

Por otro lado,

Ambos tipos de dolor requieren una evaluación médica adecuada, un diagnóstico correcto y un plan de tratamiento individualizado. Tratar el dolor, sobre todo si es crónico, es un avance multidisciplinario que puede incluir medicamentos, terapias físicas, técnicas de relajación y hasta estrategias psicológicas para un manejo integral de la condición.

  • El dolor agudo actúa como una señal de advertencia de enfermedad o una amenaza al cuerpo. Generalmente, es de aparición súbita y se debe a algo específico; tiene una duración breve y se resuelve cuando se trata la causa subyacente. Por ejemplo, el dolor agudo puede ser un dolor de muelas o un dolor que surge después de una lesión o cirugía.
  • el dolor crónico es aquel dolor que continúa más allá del tiempo esperado para la curación, y puede durar meses o incluso años. Este tipo de dolor puede surgir de una condición médica subyacente, como artritis o cáncer, fibromialgia o incluso después de que una lesión o enfermedad haya sido tratada y aparentemente curada. Puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona, su estado de ánimo, su capacidad para trabajar, y sus relaciones con otros. Además, no siempre tiene una causa evidente o detectable, lo que complica su tratamiento y manejo.

Cada tipo de dolor requiere un enfoque terapéutico específico que puede incluir desde medicamentos hasta terapias físicas y psicológicas.

Aunque el tratamiento del dolor utilizando la hipnosis, no es tan conocido como los tratamientos médicos convencionales, ha estado ganando atención como un enfoque complementario.

Cuando se trata del manejo del dolor, la hipnoterapia puede ser particularmente efectiva. Funciona alterando la forma en que el cerebro procesa las señales de dolor, reduciendo así la sensación de dolor.

En un estado hipnótico, un paciente generalmente está más abierto a sugerencias y puede ser guiado por el hipnoterapeuta para visualizar un estado de dolor reducido o incluso anestesia temporal en la parte del cuerpo que duele.

Para aquellos que exploran alternativas a la medicación o buscan mejorar su régimen actual de manejo del dolor, la hipnoterapia presenta una opción viable.

Las investigaciones han demostrado que la hipnosis puede ser un tratamiento eficaz para el manejo del dolor pudiendo reducirlo significativamente.

Además, puede mejorar la eficacia de otros tratamientos reduciendo la ansiedad que a menudo acompaña al dolor y mejorando la calidad del sueño.